Esta nota corresponde al Número 20 - Dic/1995 de la Revista Gerencia Ambiental


El futuro de las ISO 14000 en la Argentina
Eugenia Bec

Las normas internacionales (international standards) sobre sistemas de gestión ambiental están siendo desarrolladas al mismo tiempo que se agudiza la presión para que la comunidad empresaria se comporte de manera responsable en materia ambiental. Si además se considera la creciente competencia internacional, la cual exige mayor competitividad en precios y calidad, no es difícil llegar a la conclusión de que estamos en presencia de un nuevo escenario en materia empresaria que, como todas las nuevas situaciones, ofrece riesgos para quienes lo nieguen o desconozcan y oportunidades para quienes asuman el cambio.

Esta presión sobre la comunidad empresaria llegó para quedarse. Las normas internacionales en materia de gestión ambiental son un signo de estos nuevos tiempos, y las empresas pueden adaptarse a ellas o correr el riesgo de quedar marginadas en el mercado local e internacional.

Las normas ISO 14000 constituyen un documento guía que ofrece directrices respecto de como organizar, mantener o mejorar un sistema de gestión ambiental. No prescriben metas determinadas de perfomance ambiental, ya que deben adaptarse a diferentes contextos y actividades. Son aplicables a empresas de cualquier envergadura que deseen asegurar el cumplimiento de los objetivos previstos en su política ambiental y demostrar a terceros (clientes, compradores, público en general, autoridades) dicho cumplimiento.

Las normas ISO 14000 todavía se encuentran en etapa de desarrollo, y constituyen la evolución natural de la norma BS7750 de gestión ambiental de la British Standards Organization, que lograría de esta forma una aceptación universal o casi universal. Están destinadas a uniformar el lenguaje internacional existente entre clientes y proveedores acerca de gestión ambiental. Por ejemplo, las exportaciones de maderas de selvas tropicales constituyen un sector sensible a las ecobarreras comerciales. La certificación según las normas ISO 14000 asegurará a todos los potenciales compradores que el aprovechamiento forestal ha sido realizado en base a criterios de sustentabilidad. La generalización de las normas ISO 14000 asegurará la compatibilización global de criterios empresarios de protección ambiental, lo cual constituye una necesidad innegable.

Las normas ISO 14000 también buscan la promoción de estándares consistentes en materia de programas de etiquetado y rotulado de productos según conceptos y términos específicos, tales como "fabricados con material reciclado", "no destructores de la capa de ozono", "reciclables", "biodegradables", etc.; evitando en lo posible menciones generales tales como "productos respetuosos del medio ambiente".

Otro de los objetivos de las normas ISO 14000 es permitir la medición de la perfomance ambiental de una empresa determinada, fortaleciendo de manera indirecta su imagen institucional en la medida en que ésta mejore. Dado que su implementación implica una inversión relativamente significativa para la empresa, la aceptación generalizada de las normas ISO 14000 será promovida como una suerte de "efecto cascada" desde las empresas que las adopten, a efectos de evitar que la conciencia responsable del medio ambiente resulte en un perjuicio frente a quienes no asuman dicho costo.

Dentro de este contexto, un sistema de gestión ambiental adecuado debe ser desarrollado a partir de criterios interdisciplinarios:

  1. En lo que respecta a recursos humanos, la empresa debe definir una política clara de compromiso con la protección ambiental, y establecer un departamento o una gerencia interna con responsabilidad específica en el área.
  2. También debe establecer pautas claras en lo que respecta a sus procedimientos internos en materia de programas ambientales, objetivos a cumplir y procedimientos a implementar, definiendo un manual de gestión propio.
  3. Dentro del área técnica, se debe prestar especial consideración al equipamiento; los mecanismos de evaluación, muestreo y ensayo; los procesos industriales aplicables a sus productos y las medidas correctivas a ser implementadas en caso de necesidad.
  4. Por último, el Departamento Legal de la empresa debe sumarse al sistema, asegurando el cumplimiento estricto de la legislación ambiental; así como también colaborando con el área técnica a efectos de garantizar la observancia de los parámetros técnicos y límites máximos permitidos por las normas aplicables.

Gobiernos, empresas, instituciones financieras y grupos ambientalistas comienzan a darse cuenta de que el desarrollo sustentable y la protección ambiental pueden impulsarse mutuamente a partir de normas consensuadas. En este sentido, cabe destacar que las normas ISO forman parte del arsenal de normas informales de aplicación voluntaria que es conocido como "Ley Suave" o "Ley Blanda". Tal conjunto de normas se ha desarrollado vertiginosamente durante los últimos años como consecuencia de la rápida evolución de la economía mundial y del avance de la ciencia y la tecnología, que impone la necesidad de proveer un soporte consensuado a ese fenómeno.

Así como ciertas exportaciones de materias primas o productos enfrentan la amenaza de barreras comerciales ocultas tras la apariencia de medidas de protección ambiental, los sellos otorgados a través de sistemas de certificación independiente cobran mayor importancia, asegurando el derecho de los clientes y consumidores de expresar preferencias en base a la perfomance ambiental de los productos.

Es por estas razones que las normas ISO 14000 están abriéndose camino hacia la aceptación generalizada a nivel mundial muchas veces con un decidido apoyo gubernamental. Se cita como ejemplo de esto a Tradenz, la empresa estatal de promoción de exportaciones de Nueva Zelanda que ha iniciado un programa de cinco años orientado a promover la certificación según ISO 14000. El primer objetivo de tal programa es la industria alimenticia neozelandesa, en virtud de su permeabilidad a este tipo de iniciativas, ya que cuenta con la tasa más alta de certificación según ISO 9000 del país.

El Ministerio de Industria y Comercio Internacional de Japón está organizando un ente especial con el objetivo de colaborar con la preparación de la comunidad empresaria japonesa para la aplicación de las normas ISO 14000. Varias empresas electrónicas y productoras de bienes de consumo, entre ellas Omron Corporation, Matsushita y Toyota, están preparándose para obtener la certificación según ISO 14000.

Bureau Veritas ha sido pionera y es líder en el país en implementación de las normas ISO 9000 de gestión y aseguramiento de calidad. Su conocimiento y proximidad con la creciente cantidad de industrias que han experimentado los beneficios de la certificación por ISO 9000, así como su protagonismo nacional e internacional acerca de gestión ambiental, la ponen en un lugar privilegiado con miras al futuro de las normas ISO 14000. Su afiliada Bureau Veritas Quality International (BVQI) certificó recientemente a Petroquímica Cuyo S.A., la primera empresa argentina en obtener el sello internacional según las normas BS 7750 (futuras ISO 14001).

La presión que las preocupaciones ambientales ejercen sobre la comunidad empresaria harán que las normas ISO 14000 se constituyan en un recurso para diferenciar los productos que se exportan a los principales mercados del mundo, tal como ya sucede con las normas ISO 9000 de gestión y aseguramiento de la calidad. En pocas palabras, si bien el incentivo es de naturaleza predominantemente comercial, implica un compromiso con el hoy impostergable imperativo de protección ambiental.

Dentro de este proceso es muy importante asegurar que la discusión contemple adecuadamente la implementación práctica de las normas ISO 14000 por parte de la industria, a efectos de lograr una interpretación armónica y eficaz de las mismas.

Eugenia Bec: Abogada. Master en Derecho Ambiental Internacional. Consultora en Legislación Ambiental de Bureau Veritas.