Impacto Ambiental del Riego Complementario
Adrián ANDRIULO y Cecilia FERREYRA, 01/01/2000



INTRODUCCION

Nadie duda que "sostenibilidad" se ha convertido en la palabra clave del desarrollo. Ya en 1989, Williams E. Clark indicaba que "la noción del desarrollo sostenible ha sido especialmente importante debido a que individuos, organizaciones y naciones enteras han adoptado el concepto como un punto de partida para repensar su forma de interacción con el medio ambiente a nivel mundial" (Brugger, 1993). Esto implica un cambio de rumbo hacia la "ecoeficiencia": producir sin degradar o agotar los recursos naturales de los que depende el crecimiento económico actual y futuro.

Se trata de incorporar la variable ambiental al proceso de toma de decisiones. Es fundamental poder predecir los impactos ambientales (IA) potenciales, tanto negativos como positivos, que una tecnología puede ejercer sobre el medio ambiente. Una vez identificados los IA, los esfuerzos se centrarán en la búsqueda de medidas que mitiguen los IA negativos y prácticas que maximicen los IA positivos.

SOSTENIBILIDAD (Hailu y Runge-Metzer, 1992)

La gestión y conservación de la base de los recursos naturales, y la orientación del cambio tecnológico para asegurar el logro y la continuidad de la satisfacción de las necesidades humanas - alimento, agua, techo, abrigo y combustible - para la generación presente y las futuras. Este desarrollo sostenible, que incluye agricultura, forestación y pesca, es ecológicamente no degradativo, tecnológicamente apropiado, económicamente viable y socialmente aceptado.

FAO, 1992

 

EL RIEGO COMPLEMENTARIO EN LA REGION PAMPEANA HUMEDA

Durante los últimos años se ha registrado en la región pampeana húmeda un proceso continuo de incorporación de tecnología (PROSAP, 1997). Esto puede visualizarse a través del notable incremento del consumo de fertilizantes, la expansión sostenida del mercado de productos fitosanitarios, la renovación del parque de maquinarias, etc. Sin embargo, en la actualidad el interés está centrado en la incorporación del riego complementario para la producción de granos y forrajeras. Aunque en esta zona las precipitaciones son abundantes, se verifican sequías de intensidad variable, siendo esta situación el principal condicionante de la estabilidad en los rendimientos. Al aportar seguridad y tornar predecibles los resultados, el riego complementario ocupa un rol clave en el proceso de intensificación de la región pampeana húmeda.

Como la adopción del riego complementario en la zona se halla en sus inicios, es posible trabajar con criterios de prevención ambiental. En ese sentido, la Sección Suelos de la EEA Pergamino del INTA se encuentra trabajando en una experiencia de 11 años de riego complementario continuo, hecho que le permite disponer de información clave para transmitir a los productores que decidan adoptar esta tecnología.

 

IMPACTOS NEGATIVOS POTENCIALES DE LOS SISTEMAS IRRIGADOS

Para realizar un análisis de impacto ambiental hay que tener en cuenta que el concepto "medio ambiente" incluye no solo a los recursos naturales sino también al hombre. Los factores o parámetros que constituyen el medio ambiente y son susceptibles de ser modificados por las actividades humanas se pueden sintetizar en cinco grandes grupos: físico-químicos, biológicos, paisajísticos, socioculturales y económicos.

Si consideramos los impactos ambientales negativos potenciales de los sistemas irrigados sobre el suelo y el agua subterránea, obtendremos, en líneas generales, una matriz del siguiente tipo:

FACTORES AMBIENTALES

 

Aguas superficiales y subterráneas

Suelos

COMPONENTES DEL SISTEMA IRRIGADO

Calidad

Cantidad

 

calidad del agua de riego

contaminación

 

salinización

sodificación

toxicidad

cantidad de agua de riego

contaminación

sobreexplotación

del acuífero

erosión

anegamiento

tipo de perforaciones

contaminación

   

plaguicidas

contaminación

 

contaminación

fertilizantes

contaminación

 

contaminación

drenaje

   

anegamiento

erosión

 

EL RIEGO COMPLEMENTARIO EN PERGAMINO

En relación al factor suelo, los resultados de los estudios realizados en la zona a mediados de la década del 80 no indicaban altos riesgos de degradación del recurso natural, al menos durante los primeros años de riego complementario (Grenón, 1988).

Se proponía la existencia de mecanismos naturales de control de la salinidad y la sodicidad, ya que la conductividad eléctrica de la solución del suelo, el porcentaje de sodio intercambiable y el pH no manifestaban la ocurrencia de procesos que alteraran la aptitud agrícola de los suelos. Se concluía que el uso de aguas del acuífero pampeano en la región norpampeana no provocaba modificaciones en la productividad de los suelos (Génova, 1992).

Una década después los resultados son poco alentadores. Los niveles de sodio intercambiable, en el largo plazo, se elevan en función de la cantidad total de agua de riego aplicada. Esto determina que la sodificación se proyecte como el principal impacto negativo de esta tecnología. Aumento de la compactación superficial, disminución de la estabilidad estructural y la consecuente reducción de las tasas de infiltración, son algunos de las consecuencias del aumento del sodio intercambiable en la superficie del suelo. Los monitoreos realizados en establecimientos de productores regantes muestran la misma tendencia, aunque en menor grado, debido al corto plazo transcurrido luego de la adopción del riego.

 

 

MITIGANDO LA SODIFICACION

Si bien los resultados son alarmantes, no significa que esta tecnología no deba adoptarse, sino que su implementación debe ir acompañada de prácticas tendientes a minimizar su impacto sobre el ambiente. Las técnicas para prevenir la sodificación son conocidas: uso de enmiendas (ej.: yeso), protección de la superficie con residuos, mantenimiento y/o aumento de los contenidos de materia orgánica (labranzas conservacionistas), mejoramiento del drenaje interno, etc. La estrategia del INTA para asegurar la sustentabilidad de los sistemas con riego complementario en el norte de la región pampeana consiste en encontrar las mejores combinaciones de dichas técnicas. Debido a que los efectos negativos sobre el suelo irán aumentando con los años de riego, el grado de dificultad para solucionarlos será mayor cuanto más tarde se implementen las técnicas de prevención apropiadas.

Nuestra experiencia nos permite recomendar, para sistemas de riego continuo con pivote central y suelo laboreado, un plazo de entre 5 y 9 años para poner en práctica medidas que controlen los niveles medios de sodio en el horizonte superficial. Un buen indicador de control es la medición del pH actual de los primeros 12 o 15 cm de suelo. Para un Argiudol típico de textura franco-limosa con un contenido de materia orgánica aproximado de 3%, el rango de 6,5 a 6,8 sería el umbral adecuado.

Surge así una nueva variable a tener en cuenta al encarar un proyecto de incorporación de riego: el costo adicional de mitigar el impacto. Esto es extensivo a aquellos productores de la zona que ya están regando, y se aproximan a los umbrales establecidos. Sin embargo, en el plano microeconómico de las empresas, el empleo de tecnologías ambientalmente adecuadas tiene efectos positivos no solo en el aspecto ecológico sino también en el económico. Las empresas que decidan implementar el riego complementario de manera ecoeficiente verán beneficiada más que perjudicada su rentabilidad, y el mantenimiento de la productividad del suelo se sumará a los demás impactos positivos de esta tecnología.

Sin duda alguna, las empresas agropecuarias de nuestra región cumplen con todos los requisitos necesarios para cambiar el rumbo hacia la ecoeficiencia.

BIBLIOGRAFIA

ARGENTINA. SECRETARÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA, PESCA Y ALIMENTACIÓN. PROSAP. 1997. Incorporación del riego complementario a los sistemas productivos sustentables de granos y forrajeras de la Región Pampeana, documento principal y anexos. Buenos Aires. 138 p.

BRUGGER, E.A. 1993. Del desarrollo sostenible a la ecoeficiencia. In: Seminario "La implementación de un desarrollo sustentable en América Latina", Buenos Aires, 1993. Conferencia Plenaria. MAPFRE SEGURIDAD N°52: 23-29.

HAIL, Z. y RUNGE-METZER, A. 1992. Calibrar un patrón de la sostenibilidad. Ceres N°138: 36-39.

GRENÓN, D. 1988. Modificaciones producidas por el riego complementario en un suelo Arguidol de Pergamino. Buenos Aires, IICA. 18 pp.

GÉNOVA, L.J. 1992. Evaluación del impacto del riego complementario con aguas bicarbonatads sódicas en los suelos del norte de la provincia de Buenos Aires. In: Congreso Nacional de Maíz, 5º , Pergamino, Bs. As., 1992. Actas. Pergamino, AIANBA. Cap.2: 87-99..